Las Hijas de la Caridad somos reconocidas en la iglesia como sociedad de vida apostólica, actualmente la Compañía está presente en 96 países, en los cinco continentes. Nuestra preocupación constante es por la promoción de la persona en todas las dimensiones de su ser. Por eso nos ponemos a la escucha de nuestros hermanos y hermanas para ayudarles a tomar conciencia de su propia dignidad y a ser ellos mismos los agentes de su promoción. Nos comprometemos por un voto específico a servir a los pobres corporal y espiritualmente.
Nuestros fundadores delineaban así el perfil de las Hijas de la Caridad:
La joven se pregunta si el Señor la llama, profundiza en su vida cristiana e inicia un proceso de conocimiento en su formación humana y espiritual que la prepare a una auténtica asimilación de los valores del Evangelio y a encontrar su vocación.
La duración del Aspirantado es flexible y depende de cada una de las jóvenes que se animan a vivir una aventura con Cristo.
La joven profundiza en su vida cristiana al mismo tiempo que conoce la vida de las Hijas de la Caridad.
Puede hacer esta etapa desde su casa o comenzar a vivir en una comunidad, en los dos casos la joven es acompañada por una hermana para aclarar sus inquietudes.
El tiempo de duración es flexible dependiendo de las necesidades y proceso de la joven.
La joven entra en contacto directo con la misión y vida de las Hijas de la Caridad, experimenta la vida espiritual, fraterna y apostólica en comunidad.
El postulantado se vive dentro de una comunidad y puede ser en cualquiera de los estados en donde haya servicios de las hijas de la caridad. Esta etapa prepara a la joven directamente para la admisión en la compañía.
El tiempo de duración es flexible dependiendo de las necesidades y proceso de la joven.
La joven empieza a ser Hija de la Caridad, porta el hábito y se dispone a vivir un tiempo de interiorización, de estructuración espiritual y confirma su vocación. Duración es de aproximadamente 2 años.
al salir del seminario es enviada a servir directamente a los pobres al mismo tiempo la Hermana prosigue su formación y profundiza los principios recibidos.
La Hermana se prepara para hacer por primera vez su votos entre los 5 y 7 años de vocación y continua su formación humana, cristiana y vicenciana.
Ahora la Hermana vive abierta y disponible en el servicio que se le ha encomendado, esta convencida de la necesidad de su formación continua, la cual abarca toda su vida.
Con un espíritu de humildad, sencillez y caridad vive entregada a Dios en una comunidad para servir a Cristo en los pobres.